4 de agosto de 2006

Metalway 2006 (2ª parte)

Allí estaba yo, rodeada de siete tíos como siete guardaespaldas, con las únicas compañías femeninas de dos novias-de que estaban a su rollo la mayoría del tiempo. Comenzaron a caer kalimotxos como moscas a falta de una buena conversación, y ya en un grado de semi-embriaguez, decidí que no me iba a apalancar. Así que me dije "Polvorilla, casi seis meses esperando para este festi, has venido aquí a pasartelo bien, con dos cojones".

Mis amigos se fueron a ver a Benedictum cuya cantante era lo único que les llamaba la atención, y allá desaparecieron todos, en el barullo de melenas, manos en forma de cuernos y camisetas negras. Y como yo pasaba de agobiarme me fui a las gradas a sentarme un rato con un kalimotxete en mano. Al cabo de media hora ya estaban en el punto de encuentro sentados esperando a que tocara el siguiente grupo y comentando que la cantante de Benedictum no estaba tan potente como ellos creían.

De Hamlet me acuerdo más bien poco, música bruta rozando casi el punki, sonido y voz potente. Me gustó oirlos, pero no seré una de sus seguidoras habituales.

A continuación aparecieron los Finntroll, grupo de Troll Metal (un tipo de Black Metal) que dieron caña a saco. A mí me impresionaron gratamente. Aparecieron todos con una raya negra al un lado del rostro marcando su sello personal. Los finlandeses lo hicieron genial, supieron llevarse de calle a los asistentes a pesar de ser las 4 de la tarde y hacer un tiempo de perros. Y del cantante... ¡como un tío tan canijo puede tener esa voz de camionero del sur profundo! Era como si le hubiera poseído la niña del exorcista. A pesar de no ser seguidora del metal extremo, este grupo se merece mis respetos, pues sí que dieron un buen espectáculo. Eso sí, después del concierto deben de terminar con una tortículis increíble, pues no pararon de mover sus cabezas cual molino de viento en la hora que duró. Y tienen que ser unos músicos de la leche para poder tocar y moverse así a la vez.

Durante las dos horas en las que tocaron Nevermore y Brainstorm nos fuimos a comer algo y a seguir alimentando el cuerpo con el kalimotxo de la tierra. Cuando volvimos nos encontramos a los Finntroll paseando por el recinto FUERA de la carpa de firmas participando del festival como unos espectadores más, atendiendo a los fans que les pedían fotos y autógrafos y dando una lección de humildad a más de una estrellita. Es una pena que bandas grandes y no tan grandes no actúen de la misma forma, por mi parte estos finlandeses se han ganado mis respetos con honores ¡Olé, olé y olé!

Le tocaba el turno a The Gathering. Fue un empiece muy flojo y cuando me quise dar cuenta ya estaban en el escenario ¡Y yo que creía que lo que sonaba era una BSO! La tía al menos estaba potente según mis amigos, aunque a mí me parecía de lo más normalita.

Y a continuación tocaron los más esperados del día: los señores Annihilator. A mí personalmente no me gustan, pero quitando ese pequeñísimo detalle, hay que decir que fue una actuación decepcionante. Aunque no dudo de su calidad como artistas, en el escenario son unos sosos en potencia, no hacen nada, no se dirigen al público y me dio la sensación de que fueron de estrellitas que terminaron estrellados. Al final del concierto se dirigieron a la mesa de sonido, que si nos da tiempo a otra, que no, pues hala, que nos vamos y hasta el año que viene, pringaos. Para chulería la suya, esto está claro.

Luego vinieron una de las bandas más legendarias de nuestro país, los Ángeles del Infierno. Me junté con mis amigos y nos fuimos al barullo, pero al cabo de tres canciones terminamos volviendo al punto de encuentro, más que nada para ver si desde allí escuchábamos mejor al cantante. Musicalmente estuvo bastante bien, sobre todo la batería, pero vocalmente fue un desastre. En un principio se creyó que había sido un error de la mesa de sonido, al cabo de varias canciones y de peticiones a gritos desde el público de que subieran la voz nos dimos cuenta del truco para no poner en evidencia lo cascado que está el cantante. Son muchos años de excesos y al final el cuerpo se resiente. Yo había venido a verles cantar y al final me dio la sensación de que estaba en un Karaoke de tantas veces que el cantante invitaba al público a corear sus canciones. Señores Angelitos del Averno, si no estáis en condiciones de dar un concierto como Dios manda es mejor que os quedéis en México en donde os consideran dioses y no destrocéis la imagen con la que tanto jebi ha crecido.

No hay comentarios:

 

blogger templates | Make Money Online