Bueno, comencemos con el festi. A mí hasta las 6 de la tarde me daba igual quién tocara y quién no, por lo que no hice mucho caso al escenario. Estuvimos todos juntos a la sombra de la grada derecha esperando ansiosos a que llegara la hora de Barón Rojo. Me pasé varias horas absorviendo líquidos etílicos de todos los tipos, colores y sabores, y cuando tocó Moonspell me quedé frita en el suelo. Al cabo de poco más de media hora me desperté y entre bostezos y con otro kalimotxo en mis manos terminé de desperezarme.
Within Temptation fue un grupo que pasó bastante inadvertido, con un comienzo muy flojo para el nivel que requería el festival. Mientras tanto mi cuerpo intentaba digerir las cantidades de alcohol que entraban en mi estómago y pronto comencé a estar en un estado de embriaguez consciente. No me caía, no hablaba raro y aparentemente no estaba mal (que estoy como un cencerro está claro) pero la sensación constante de estar semi-borracha me acompañó hasta el final del festival.
La actuación de Barón Rojo fue potente y al nivel de las circunstancias. Si he de ser sincera recuerdo más bien poco de lo que vi, tan solo de un "Cuerdas de acero" que me levantó del sitio y alguna más. Lo que sé es que me gustaron, y mucho.
Después hicieron su aparición mis aclamados Edguy, y aunque estaba en el mismo estado que con Barón Rojo sé que grité como una loca canciones como "Lavatory Love Machine", "Sacrifice" y "King of Fools". Y el broche de honor lo puso "Avantasia" acompañada de la guitarra de Markus Grosskopf, todo un lujo. Eché de menos alguna canción más del último disco, como "Trinidad", "Fucking with Fire (Hair Force One)" o "Superheroes" ¿O quizá si la tocaron?
El caso es que el concierto me supo a poco, sobre todo porque de nuevo me vi rodeada de cabezas y amplias espaldas que me dejaron ver poco o nada de Sammet y compañía. Sé que grité como una fan enloquecida. Y sé que quiero volver a verles pronto.
A continuación aparecieron los míticos Helloween. Aquí el medio-pedo que llevaba se había disipado en su mayoría y tengo un recuerdo bastante amplio del espectáculo que dieron. La cosa empezó con "The King of 1000 years", canción que no me parece para nada la ideal para abrir un concierto. Sus casi 14 minutos de duración se hacen pesados en el disco, y ya no digo nada en directo. Al cabo de cinco minutos piensas "¿Pero esto no se acaba?" y no porque sea una canción mala, al contrario, a mí me gusta, pero es demasiado larga para poder cogerle el gustillo que tienen "Halloween" o "The Keeper of the Seven Keys".
A ver, sigamos, que tengo Helloween para comentar un rato y más. Después tocaron un "Halloween" que emocionó al público desde la primera nota, entre ellos a mí, pues es una de mis canciones preferidas. Es una obra maestra de poco más de 13 minutos de duración hecha para la voz de Kiske. Y lo mismo pasa con "I want out", "Future World" e "Eagle Fly Free". Estuvieron bien, pues son obras maestras que ya solo de por sí suenan estupendamente hasta en el peor de los casos, pero Deris nunca me ha dado la talla vocalmente y menos con los temas mencionados.
Fue una osadía y chulería por parte del Señor Deris el centrarse en temas tan míticos y aclamados de Helloween, y aunque Andi sea más Helloween que ningún otro, hay que pensar que sus posibilidades como cantante son limitadas dentro del mundo Keeper. El Legacy que han sacado está echo por y para él, pero los míticos Keeper no, y aun queriendo demostrar que tiene más derecho que nadie a cantar esas canciones, no quedó.... elegante. Supongo que quiso darle en los morros a todos aquellos seguidores de Kiske pero jomío, te salió el tiro por la culata y al final no convenciste, que no, que no. Una canción o incluso dos hubieran quedado bien, pero de seis temas que tocan, que cuatro sean de esos discos... Anda que no tienen cd's buenos para tirar de canciones. Y no hay más que decir.
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